¿Hasta qué punto debe dividirnos la doctrina? Los cristianos tendemos a desviarnos hacia una unidad que erosiona la verdad, o hacia una verdad que destruye la unidad. Para evitarlo, puede ayudarnos una herramienta antigua: el triaje teológico, que trata de organizar la verdad cristiana en distintos niveles, desde las doctrinas esenciales hasta las enseñanzas más periféricas. Las doctrinas de primer rango son esenciales e innegociables para mantener la integridad del Evangelio. Las de segundo rango son urgentes para la salud y práctica de la iglesia, de tal manera que frecuentemente causan que los cristianos se separen a nivel de iglesia local. Las de tercer rango son importantes, pero no lo suficiente como para justificar la separación o la división entre cristianos. Examinemos las doctrinas de primer rango.
“Aprender a distinguir entre las doctrinas fundamentales y secundarias es crucial. Si no sabemos distinguir entre estas vamos a caer en extremos, ya sea en el ecumenismo que no hace distinciones, y quiere traer a todo el mundo a un gran movimiento donde todas las iglesias se unan; o podemos caer en el aislacionismo donde podemos pensar que solo nuestra iglesia con nuestra doctrina es la única iglesia sana que hay en el mundo”. Sugel Michelén (Miembro del concilio de Coalición por el Evangelio, pastor de la Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo)
UNIDAD EN LA VERDAD
Al enfocarnos en las doctrinas fundamentales del cristianísimo estamos atendiendo directamente lo más urgente e importante del cuerpo de Cristo.
Mientras los sectarios teológicos pueden distinguir doctrinas, tienden a elevar doctrinas de tercer nivel al segundo nivel, y doctrinas de segundo nivel al primer nivel. Al hacerlo, a menudo separan cuando deberían tolerar, y dividen cuando deberían soportar. Los minimalistas teológicos, por su lado, tienden a rebajar las doctrinas de primer nivel al segundo nivel, y las doctrinas de segundo nivel al tercer nivel. Les cuesta ver que la unidad y paz verdaderas, requieren un centro de convicción inamovible e innegociable.
La autoridad de las Escrituras
La doctrina de la infalibilidad, inerrancia y autoridad divina de las Escrituras es el fundamento de todos los fundamentos. Dicha doctrina no solo es innegociable para un cristianismo consistente y saludable, sino que también lo es para las demás doctrinas cristianas esenciales. Las Escrituras enseñan que Dios “exhaló” Su Palabra usando a humanos para escribirlas. Con lo cual, la Biblia no solo es divina y está libre de errores, sino que es incapaz de fallar.
Sin embargo, desde la llegada de la filosofía postestructuralista, deconstruccionista, relativista y posmodernista, cantidad de seminarios teológicos, pastores e influencers se convirtieron a la teología liberal. Esto dio como resultado la deconstrucción, relativización y licuación de la Palabra de Dios, como regla de fe y práctica.
La Trinidad
Un cristiano que no cree en la Trinidad es una contradicción de términos. Así como la encarnación de Cristo es una doctrina bíblica, la Trinidad también lo es. Si bien dicha palabra no se menciona en la Biblia, existen muchísimos pasajes que mencionan al Dios trino. La Biblia enseña claramente que hay un solo Dios, y también enseña claramente que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y que el Espíritu es Dios. Por tanto, el Padre, el Hijo y el Espíritu son Dios. Así que la Biblia enseña lo siguiente: “un Dios en tres Personas”. Las tres personas son de la misma naturaleza, la misma sustancia o esencia. Y sin embargo, no son la misma Persona. Parecería una contradicción, sin embargo a nivel lógico no lo es. ¿Misterio? Sí.
Actualmente, diversidad de cultos, denominaciones y grupos sectarios se denominan anti-trinitarios o unicitarios.
La salvación solo por la fe
El apóstol Pablo combatió aquellos que enseñaban un evangelio falso. La salvación es sólo a través de Cristo, únicamente por gracia mediante la fe. Ninguna acción humana puede hacer a una persona justa delante de un Dios que es santo y sin pecado. Nadie puede ganar o merecer la salvación, no importa cuán "religiosa" sea la persona, o cuán meritoria pudiera parecer la obra. Dios es el único autor de la salvación.
El problema de mezclar gracia con obras continúa hoy en día. Sistemas como el Catolicismo Romano, el Evangelio de la prosperidad o algunas sectas judaizantes son evangelios falsos que demandan esfuerzo, sacrificios, ritos, buenas obras o dar dinero a cambio de recibir milagros, la salvación o el favor de Dios. De acuerdo al Nuevo Testamento, aquellos que enseñan cualquier clase de evangelio falso son condenados por Dios.
Secta
Una «secta» es un grupo religioso que niega uno o más de los fundamentos de la verdad bíblica. Una secta afirma ser parte de una religión, pero niega algunas de sus verdades esenciales.
Las Escrituras nos llaman a diferenciar la verdad del error, para honrar a Dios al predicar el contenido pleno del verdadero evangelio que salva, el cual no está presente en las sectas que se apartan de las enseñanzas claras de la Biblia. Nos encontramos en una época de mucha negación doctrinal y confusión teológica. Los cristianos debemos estar atentos.
El Nuevo Testamento reconoce la existencia de falsos maestros que enseñan doctrinas falsas por medio de las cuales niegan las verdades teológicas más importante; doctrinas fundamentales que todo cristiano verdadero debería creer y defender.
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Fuentes:
1. Equipo Coalición , “¿Qué es el triage teológico?”, Coalición por el Evangelio, 1 Noviembre, 2017.
2. Scott Hubbart , “¿Hasta qué punto debe dividirnos la doctrina?”, Coalición por el Evangelio, 23 Enero, 2023.
3. Carlos Llambés , “4 razones por las que la Biblia es inerrante”, Coalición por el Evangelio, 31 Julio, 2018.
4. Emanuel Elizondo , “Tres puntos centrales acerca de la Trinidad”, Coalición por el Evangelio, 31 Mayo, 2016.
5. Leo Meyer , “Sola Gratia: La salvación es por gracia sola”, Coalición por el Evangelio, 15 Octubre, 2021.
6. Got Questions, “¿Es un falso evangelio la salvación por fe más obras?”.
7. Eric Abisror , “¿Qué es una secta?”, Coalición por el Evangelio, 18 Octubre, 2021.
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