Las naciones de la Contrarreforma adoptaron la venialidad de ciertas conductas dañinas para la construcción de una sociedad de ciudadanos, como la benevolencia con que se acogió la mentira y la falta de respeto por la propiedad privada. El concepto de pecado venial es teológicamente discutible ya que no aparece en la Biblia. Uno de los pecados mencionados expresamente en el Decálogo (Éxodo 20:1-17) junto al culto a las imágenes, el homicidio, el adulterio o el robo es precisamente la mentira. Desde luego que esta enseñanza bíblica no caló en la cultura de la Contrarreforma. De hecho, en la España que desangraba los caudales americanos convertida en espada de la Contrarreforma la superstición, la corrupción y la incompetencia institucional se soportaban mediante la comisión de un pecado venial como la mentira. Por desgracia, España se quedó solo con la venialidad de la mentira y la convirtió en motivos de jactancia.
“Si no fuese por este libro no podríamos conocer entre el bien y el mal. Yo creo que la Biblia es el mejor regalo que Dios le ha dado al mundo”. Abraham Lincoln
Pecados veniales
Las naciones de la Contrarreforma adoptaron la venialidad de ciertas conductas dañinas para la construcción de una sociedad de ciudadanos, como la benevolencia con que se acogió la mentira y la falta de respeto por la propiedad privada.
El concepto de pecado venial es teológicamente discutible ya que no aparece en la Biblia. Uno de los pecados mencionados expresamente en el Decálogo (Éxodo 20:1-17) junto al culto a las imágenes, el homicidio, el adulterio o el robo es precisamente la mentira. Desde luego que esta enseñanza bíblica no caló en la cultura de la Contrarreforma. De hecho, en la España que desangraba los caudales americanos convertida en espada de la Contrarreforma la superstición, la corrupción y la incompetencia institucional se soportaban mediante la comisión de un pecado venial como la mentira. Por desgracia, España se quedó solo con la venialidad de la mentira y la convirtió en motivos de jactancia.
La mentira es una característica sobresaliente de las naciones en las que no triunfó la Reforma. En naciones como Estados Unidos o los países escandinavos, un político que miente firma su acta de defunción pública, mientras que en las naciones de la Contrarreforma el uso de la mentira no ha sido causa del final de carreras políticas, mas bien lo contrario. Algo similar sucede con la actitud hacia la propiedad privada: históricamente, las naciones que rechazaron la Reforma no contemplaron la propiedad privada como un derecho inviolable frente a los poderosos, que es tanto más esencial cuanto más ayuda a proteger la libertad individual. Solo la propiedad regia, ocasionalmente la nobiliaria y la perteneciente a la iglesia católica se consideraron sagradas e inviolables.
Dado que, históricamente, las únicas propiedades consideradas sagradas han estado unidas a la Corona y a la iglesia católica no sorprende que en naciones donde no triunfó la Reforma se respete tan poco la propiedad privada. Por ejemplo, la impuntualidad, el castigo leve para delitos como dar un cheque sin fondos o simplemente entrar en un jardín ajeno a robar flores o frutas, o los hurtos en el lugar de trabajo o en los hoteles constituyen una práctica social aceptada de manera sistemática.
Relativismo
El relativismo moral es otra de las lacras derivadas del control ideológico practicado por la iglesia católica. Ésta insistiría en un mensaje rigorista en relación con la moral sexual, ya que se dedicaba a hallar definiciones que permitieran bordear la moral sin mayores problemas. Es el caso de escuelas morales como las que aparecieron durante la Contrarreforma de la mano de entidades como la Compañía de Jesús. Un ejemplo fue el del probabilismo, un sistema de teología moral católica que considera que en caso de duda acerca de si algo es o no inmoral considera que resulta lícito seguir una opinión probable que favorezca la libertad.
Cabe resaltar que este principio nació en la escuela española de Salamanca en el siglo XVI, y fue defendido por órdenes como los dominicos y los jesuitas (quienes exigieron la Inquisición en territorios como India y llevaron a cabo la política de fuego y sangre contra los protestantes). Pascal fulminó ataques contra el probabilismo, pero estaba muy influido por la teología reformada y no podía entender lo útil que una visión semejante podía ser a la hora de confesar a reyes y aristócratas. La gente del pueblo podía verse sometida a criterios estrictos en áreas como la moral sexual del catolicismo pero el laxismo moral del que disfrutaban las élites rectoras era muy revelador.
Últimas palabras
La Contrarreforma, con su insistencia en la venialidad de ciertos comportamientos dañinos, reveló una profunda desconexión con los principios bíblicos de justicia y verdad. La Reforma, al desafiar la hegemonía eclesiástica y promover un enfoque riguroso de la ley y la moral, estableció un modelo que sigue siendo relevante hoy en día. Las naciones que se alinearon con los principios reformistas demostraron un mayor respeto por la verdad y la propiedad, lo que contribuyó a su desarrollo y prosperidad. En contraste, el legado de la Contrarreforma ha dejado a las naciones que no aceptaron la Reforma enfrentando desafíos persistentes en la construcción de sociedades basadas en la integridad y el respeto mutuo.
Fuentes:
César Vidal; El legado de la Reforma. Una herencia para el futuro; editorial Jucum; 2016; pp. 301 - 305
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